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Practicar deporte nos hace más felices, ¿lo sabías?


La felicidad la encontramos en el deporte

«Yo para ser feliz quiero un camión…» así reza el estribillo de la conocida canción de Loquillo y los Trogloditas. Pues bien, también se podría cantar que para ser feliz hay que acostumbrarse a hacer deporte. Existen estudios que demuestran que la práctica habitual de deporte provoca la secreción de endorfinas (neurotransmisores que aumentan en los momentos placenteros y que son el vehículo material del placer, la euforia, la felicidad y el alivio del dolor) por lo que tras realizar el ejercicio uno se siente mejor, más animado y con energía.

Practicar deporte nos hace más felices

«Realizar deporte habitualmente te crea sensación de felicidad. Al principio puede resultar cansado, pero una vez adquieres el hábito el ejercicio activa tu mente y cuerpo y te encuentras mejor», señala Maite Ferrer, licenciada en Educación Física. Natación, fútbol, baloncesto, waterpolo, hockey, tenis, ir al gimnasio, correr… hay infinidad de modos de practicar ejercicio físico lo importante es adecuarlo a la edad de cada uno pues no se tiene la misma resistencia ni capacidad a los 10, 20 o 50 años. Se podría decir que cada edad tiene un deporte, pero la razón no es que no se sea capaz de llevarlo a cabo sino que tanto la musculatura como las articulaciones se resienten más cuanto más mayor se es. Según explica Ferrer cuando se llega a la tercera edad «es importante seguir haciendo deporte. Algo de gimnasia suave, yoga, natación, disciplinas que supongan un impacto menor para las articulaciones. Practicarlo supone retrasar el inevitable deterioro tanto muscular como esquelético. Además de mejorar la autoestima, combatir la soledad, ayudar a mantener las relaciones sociales, etc.».

«La natación es uno de los deportes más completos. Sus beneficios son múltiples, ya que se trabaja con una mayor resistencia al practicarse en un medio acuático», comenta Nacho Alos, director de la Piscina Municipal de Almàssera, quien añade que «a la instalación acuden usuarios entre los 2 y 80 años. Los más pequeños aprenden a nadar o perfeccionan sus conocimientos y para los mayores y personas con alguna dolencia existe la natación terapéutica».

Muchas pueden ser las razones para comenzar a practicarlo, pero lo que está claro es que se convierte en una ‘droga’, el deporte engancha. «Empecé a ir al gimnasio un poco por estética, pero se ha convertido en una rutina que me da, entre otras cosas, la enorme satisfacción de hacer amigos, elimina el estrés diario y hace que quemes adrenalina. Suelo acudir entre tres y cuatro veces por semana y me ejercito como una hora y media», explica Antonio Boyero, vecino de Valencia.

Desde niños...

Practicar deporte es algo que se puede hacer desde bien temprana edad. Primero se comienza en el colegio con la asignatura de Educación Física, pero no es suficiente para crear el hábito en los más pequeños. «Entre los tres y cinco años se desarrolla la psicomotricidad por lo que no es buena la especialización temprana, ya que se limita las posibilidades de los niños y se desarrollan unos músculos y no otros por lo que hay una descompensación muscular. Si se debe introducir al niño en la práctica del ejercicio, pero siempre como un juego, no se le puede obligar, de esta forma se logra un mayor desarrollo emocional y social, una mejora de la autoestima», argumenta Maite Ferrer.


Categoría: Salud y Actividad Física, Actividad Física y DeporteAgregado por: Dxte



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